¡Hola a tod@s!
Una vez más, ¡bienvenid@s a nuestro blog! :D
Esta no es nuestra primera aventura pero será la que os contaremos primero, pues es la más reciente ;)
¡La Isla de Elba!
Elba es la mayor isla del archipiélago toscano y quizás la más bella de las siete, aunque esto dependerá de los ojos de cada un@, claro… :) y la verdad… nosotr@s sólo hemos visitado ésta :P pero… ¡es bonita de verdad! :D
Decidimos hacer un viaje libre por la isla durante tres días, teniendo como tema principal la MTB y la acampada. Hay que añadir a “acampada” que nos gusta mucho hacer camping libre, pero como ni en España ni en Italia se puede acampar con tienda libremente, ¡pues nos hemos aficionado al vivac! Para los que no conocen el término, vivac significa hacer una corta siesta bajo las estrellas mientras descansamos en nuestro recorrido ;)
Para empezar nuestra jornada tuvimos que equiparnos con el material esencial: una mochila cada un@ con la ropa, material de dormida y, muy importante, la comida y agua para los tres días (bueno… agua para uno; el resto fuimos comprando) y un mapa detallado de la zona. El mapa lo adquirimos en una tienda en Florencia, que no conocíamos y que ¡nos ha gustado mucho! La tienda se llama Stella Alpina, una librería dedicada a guías y mapas de inumerables partes de Italia y del Globo. Pequeña… pero matona :P
Nuestro viaje empezó a las 5h30 de la mañana del sábado 30 de junio. Quedamos con un@s amig@s para bajar con coche hasta Piombino, la ciudad costera donde se coge el ferry hasta las islas. El ferry duró más o menos una hora hasta Portoferraio y nos costó 46€ ida y vuelta para los dos con Toremar. Aunque se pueden reservar los tiques por Internet, no hace falta; se pueden perfectamente comprar en la taquilla antes de subir al barco.
Una vez en Portoferraio, justo al cruzar la calle y muy cerca de donde se encuentra el punto de información turístico (vale la pena entrar y mirar si tienen algún mapa con alguna ruta para MTB o senderista) y la parada de autobuses, pudimos alquilar dos bicis MTB. Podemos decir que el precio de las bicis estuvo bastante bien, 10€/día/bici, pero ¡atención! muy posiblemente las tiendas de alquiler de bicicletas disponen de distintas tallas aunque tú no las veas ¡pídela! nosotr@s no lo hicimos pensando que sólo tenían lo que nos enseñaron y al devolverlas, después de toooodo el viaje, nos enteramos de que podríamos haber cogido dos tallas más adecuadas a nuestros tamaños (las dos eran iguales y a uno le quedaba pequeña y a la otra muy grande… pero bueno… ¡¿quién dijo miedo?! :P ).
¡ Bicis cogidas y mochilas puestas! ¡Podemos empezar nuestro viaje!
Decidimos entonces intentar llegar a la cumbre del pico mas alto de la isla; por lo que habíamos visto en el mapa, pensamos que podríamos llegar de bici hasta arriba. Bueno… o si no hasta arriba, hasta un punto muy próximo. Cogimos la carretera y fuimos hasta el museo de Napoleón (¡pero no entramos!). Desde allí queríamos coger el camino (sendero 121) para empezar a subir hasta coger la Gran Ruta de Elba que nos llevaría hasta la cumbre. Pero un poquito después nos dimos de cara con una carretera de piedras (parecía una antigua calzada romana), lo suficientemente grandes como para imposibilitar la subida de bici – al menos en nuestras condiciones, debido al peso de las mochilas y a no tener bicis completamente adecuadas a nosostr@s. Y no es que fuera sólo por la carretera, es que después nos dimos cuenta de que el 121 se trataba de un estrecho camino entre el bosque que subía casi perpendicular a la carretera y que para subirlo necesitaríamos mantener también las dos manos en el suelo ¡menuda inclinación! :-o
Así que subimos un rato esa carretera empedrada para ver hasta dónde podíamos llegar, pero es que… ¡era muy dura la cuesta! :P jijiji, gran suerte la nuestra encontrarnos un hueco entre los árboles y organizado como para descansar o hacer picnic. ¡Pues nada! después de una noche sin dormir y una semana de trabajo intenso ¡nada como echarse ahí una siesta! :P y ¡madre mía! Caímos desconectándonos por completo de la realidad. Un rato después, sobre las 16h, ya cuando el sol estaba más tranquilo, volvimos sobre nuestra ruta y decidimos volver al museo de Napoleón para retomar carretera e intentar llegar a las playas del sur de la isla.
Y así lo hicimos, volvimos en dirección a Portoferraio por una carretera dirección sur ¡Nos encontramos también con una buena inclinación! Tal era que, en algunos trozos, tuvimos que bajar de la bici y llevarla de la mano :-) pero nada que no se pudiera hacer ;-) un rato después, al llegar al punto más alto de la carretera, nos encontramos con el camino de la GTE. Pudimos ahí comprobar que hacerlo de bici es de verdad difícil debido a las condiciones del piso ¡Ese camino será para hacerlo a pie! Y siguiendo la carretera desde la cumbre sólo nos podía esperar una cosa… ¡la bajada! :D ¡y menuda bajada! Casi nos dejamos los frenos :P ¡jejejeje! ¡muy placentero! :P al final llegamos a un cruce donde podíamos girar a la derecha para el oeste o a la izquierda para el este (un poco obvio pensando que veníamos desde norte… ¬¬, ¿no?) y como teníamos un mapa que enseñaba distintas playas de la isla y el tipo de arena que tenían, decidimos en base a esto desviarnos hasta la derecha para llegar a la playa de la Lacona, la Spiaggia Grande. A la izquierda quedaban las playas empedradas de Norsi y Acquarilli, pero ya era un poquito tarde y decidimos quedarmos por la playa arenosa de la Lacona, y la verdad… elegimos muy bien :)
Tras girar a la derecha nos paramos en una tienda de fruta biológica donde compramos unos albaricoques (uno de mis frutas preferidas, si no la preferida del todo :P – João) y unas fresas :D En la tienda preguntamos cómo bajar a la playa y la tendera nos dijo gentilmente que bajáramos por el camino del parque de camping, que era justo donde estábamos nosotr@s en ese momento (se entraba por detrás de la tienda de fruta; ver el mapa). Comimos en la playa las fresas !y qué buenas estaban! Y después… otro baño ;)
En la entrada de la playa había un pinar llano donde decidimos pasar la noche (¡en Elba es difícil encontrar un sitio llano y despejado!). Elegimos estar bajo un pino seco para que amanecer llenos de resina :P Por la noche, antes de dormir, fuimos hasta el final de la playa donde había restaurantes y bares, y ahí nos tomamos una copa. Y nada… de regreso a nuestra «guarida» a dormir :-)
La noche pasó muy tranquila y el amanecer también. Apenas nació el sol, ya se empiezaron a ver algun@s aventurer@s loc@s octogenari@s yendo hasta la playa :-P
Levantamos el campamento, siempre mirando con atención de que no quedara nada de basura detrás y volvimos a la carretera. Cogimos dirección oeste para explorar la zona que dejamos el día anterior. La carretera se levanta en el monte y abajo se podía ver el mar. No hicimos ni 2Km de carretera y ya nos paramos al inicio de un sendero que bajaba hasta las playas de Norsi e Acquarilli. Habíamos visto esas playas en la mapa y estábamos interesados. Atamos las bicis al quita-miedos de la carretera y bajamos el sendero estrecho e inclinado hecho por el agua de escorrentía hasta la playa. La playa era de piedras y a las horas de sol ¡queman que te cagas! :-D así que… o estás en el agua o no estás! ;-)
La playas de la isla de Elba son sin duda muy bonitas, de piedras o arena cada una es por sí misma un miniecosistema completamente distinto de sus vecinos. Pero una cosa hay que decir y subrayar. En las playas de Elba, al menos en las que hemos estado, ¡nos bañamos entre los plásticos! ¡La cantidad de plástico que flota en la playa es algo increíble! ¡Por favor gente! Si alguien que nos lee piensa en tirar un plastico al suelo, por favor, ¡no lo hagas!
Sobre las 11h, cuando el calor empezó a ser demasiado, volvimos a subir el sendero hasta las biciletas y cogimos de nuevo carretera. Un poco más adelante, en el cruze, nos encontramos con varios negocios de fruta de cultivos ecológicos. Decedimos frenar en uno de ellos para reponer líquidos al sabor de una buena sandia. :-D
Charla pacá charla pallá, resulta que el chico que llevaba la tienda junto a su familia (mujer, hija, abuel@s) había trabajado en Barcelona, y muy gentilmente, pincho tras pincho ¡nos fueron invitando a comer con ellos! ¡Jope! ¡Qué experiencia más buena! ¡Ser viajero de mochila a las espaldas y ser invitado a comer en el seno de una familia nativa! ¡¡¡Qué buenos los ravioli!!! ¡100% caseros! De hecho, tres raviolis fueron suficientes para llenar ¡tooooodo el plato! :-D ¡¡¡Y ni os contamos lo de los calabacines «a lo boquerones en vinagre»!!! Y las patatas… ¡buah! ¡Ah! ¡y claro! ¡La sandia! ¡Qué también estaba buenísima! ¿Y cómo no? ¡no podía faltar un poquito de vino para relajar el alma! ;-P Fuimos tan bien acogidos que allí pasamos cerca de media tarde, hasta que el sol bajo su intensidad y volvimos a coger carretera.
El camino que seguimos fue aconsejado por esta bella familia: rumbo a Capoliveri. Subida ¡Y qué subida! :-P pero un poco de esfuerzo más ¡y llegamos! Entramos en el pueblo hasta llegar a la plaza central, y para conmemorar la subida nos fuimos a comer un buen helado. Y si vais a Capoliveri os aconsejamos fuertemente que vayáis a la heladería Del’Angolo; es la que probamos ¡y los helados son buenísimos! Al recorrer un poco más el pueblo se empezó a notar fuertemente el ambiente de fiesta. Resulta que era domingo día 1 de julio, la final de la Eurocopa de fútbol: España – Italia. El ambiente de fiesta era tal que casi, casi, casi nos quedamos, pero al final decidimos, y muy bien decidido, bajar a la playa Ferrato siguiendo las indicaciones de la playa Straccoligno, donde esperábamos encontrar un sitio para dormir. La playa Ferrato queda ya en la costa Este de la Isla, y en un día soleado se puede ver la costa italiana continental. En la playa de Ferrato encontramos un camping (incluso caravana) con baños y merendero (creemos que era libre y gratuito; ahí no había nadie para controlar). Dejamos ahí las bicis y bajamos por camino lateral hasta la playa de Malpasso. Una playa pequeñita y salvaje donde estábamos solos. Los yates y barcos grandes son una constante el paisaje marino de Elba (y los plásticos.. una pena…).
Desde Ferrato se puede inciar el recorrido por la Calamita; aunque nosotr@s no lo hayamos hecho por falta de tiempo, os recomendamos seriamente en hacerlo. Es todo carretera de tierra, por lo que se puede hacer muy bien con la bici, dando un tiempo estimado de 2h30 por un recorrido de 20 Km aproximadamente – ver recorrido azul en mapa –. Nos fue aconsejado no dormir en esa zona debido a la gran cantidad de jabalís que la habita. Sin embargo nos dijeron que podríamos encontrar a mitad de recorrido un refugio para pasar la noche, pero esto se quedó por comprobar.
Cuando el sol empezó a bajar volvimos al camping para hacernos una buena cena en la zona de merienda. Por alguna razón me dolía la cabeza -João- :-( así que esa noche a eso de las 22h nos acostamos ¿dónde? Pues justo ahí, un poco escondidos, entre las mesas de merienda.
¡¡Mosquitos, arañas!! ¡y un constante ruido de hojas que parecía que alguien se acercaba es lo que oí durante toda la noche! (João, porque Susana durmió toda la noche como un bebé.. :P ) Pero se pasó muy bien :)
La mañana siguiente nos levantamos bien frescos (pero no con frío, de echo esa noche hizo mucho calor) y bien pronto para subir de nuevo la montaña hasta Capoliveri. Un ligero desayuno a base de leche condensada diluida en agua (¡¡¡qué rica!!!) nos dio la energía que necesitábamos para subir hasta el pueblo, donde desayunamos de verdad :-)
Repuestos de comida y agua ,nos echamos a la carretera, de nuevo montaña abajo por donde habíamos subido ayer. Aún era tempranísimo, serían las 9h, y al final el camino se estaba haciendo mucho más deprisa de lo que pensábamos. ¡¿Y cómo no?! Volvimos a la tienda de frutas a visitar a la familia (dejamos los nombres para nosotr@s) que nos había acogido tan bien el día anterior! Un último saludo antes de dejar la Isla por la tarde. Así que… ¡chic@s! Si vais a la isla de Elba y pasáis por esta parte, es parada obligatoria éste negocio de fruta que se encuentra la derecha de la carretera sentido Oeste -> Este, justo justo antes del cruce! (¡ver mapa!) ¡Decid que vais de parte de Susana y João de Barcelona! :-)
A esta gran familia, una vez más!! muchísimas gracias por todo!! Habéis sido increíbles :-)
Seguimos la carretera dirección norte camino a Portoferraio, un recorrido de menos inclinación con respecto al lo que habíamos hecho el primer día; de hecho se pudo hacer todo montado en la bici ¡Paisajes muy bonitos y que nos llenaban de ganas de parar y quedarnos por más días!
Como era lunes, había más tránsito, por lo que podemos concluir que el grueso del tráfico de la isla se debe a las actividades laborales. Pero una cosa nos gustó mucho, l@s conductores respectan mucho a los ciclistas y nos sentimos muy seguros en nuestro recorrido :-)
Llegamos a Portoferraio sobre las 11h30 de la mañana, ¡súper pronto con respecto a lo que esperábamos! Así que, devueltas las bicis, aprovechamos para beber una buena cervecita para conmemorar nuestro viaje :-D Fuimos después a comer súper pizza al restaurante «Da Michele», justo en frente del puerto; de verdad recomendable, pues estaban las pizzas riquísimas, en especial la Siciliana :-P
Por las 14h cogimos de nuevo el barco hasta tierra firme donde corriendo cogimos el tren hasta Florencia. El tren se puede coger justo en el puerto; fue salir del barco, correr adelante y entrar en la estación. Era pronto aún, las 15h, pero decidimos irnos a esta hora porque de tren hasta Florencia aún son unas tres horitas… :-) y queríamos llegar a cenar a nuestro restaurante indio (al final fuimos a un chino… pero eso es otra historia :-P)
Oi mãe!!! :P
Eheheh, agora já me fizeste rir com as corujas!! :-P
Têm surgido muitas ideias para por no blog mas ainda sofremos um pouco de falta de tempo ;-) mas apanharemos mais ritmo mais à frente :-)
Estou a ver que tenho de escrever algumas coisas em Português :-D vai depender um pouco do assunto a escrever :-)
Vamos escrevendo e comentando :-) por cá vos esperamos.
Beijos dos dois a todos :-)
Logico que eu também ia fazer o meu comentário…tive que dar tempo senão pareciamos duas mães corujas, ehehe.
Primeiro quero dar os parabéns aos dois, não pelo blog mas por esse espirito de aventura que vos corre nas veias e pela harmonia com que se «encaixam».
Quanto ao blog, e aqui é para ti filho, gostava de ler algumas partes em português… que diablo hijo tú eres portugués.
beijos aos dois