Torca del Carlista

Escribir es recordar y volver a vivir.

Cantabria infinita la llaman. Nunca la habíamos vivido así, sin duda Cantabria es infinita, y bajo tierra aún más.

Esta fue la última cavidad que visitamos en una serie de cuatro cavidades seguidas en Cantabria; el culminar de más de 1000m de desnivel acumulados en estos 4 días, más que eso un reencuentro con Ferri!

Una semana antes pedimos a la gestión de parques naturales del País Vasco la autorización para visitar la Torca del Carlista, la cavidad con la sala más grande de Europa, 500x300x125. Nos habló Ferri de este proyecto, una cavidad que ya había visitado su padre y que el tenía mucha ilusión por visitarla, y no es para menos. Nos habló de ella y no hace falta decir más, quedados estamos.

La idea inicial era visitar juntos con los compañer@s de Salamanca durante el fin de semana, pero por las lluvias al final decidimos no hacerla y ellos ya tuvieron que tirar para casa el domingo. Si Salamanca escalada se llama Skalamanca, ¿como se llama Salamanca Espele?

La Torca del Carlista no tiene solo la sala más grande de Europa, dicen, no hemos verificado este dato, pero además la entrada a esta sala es por pleno techo de la cavidad: un volado de 85m que empieza en la desembocadura del pozo de 60m, que viene desde la boca, hasta el suelo de la sala, elevado en esta parte. Todo un esplendor.

Las aventuras de Cantabria antes de esta cavidad las queremos contar en otras entradas, suman la Txomin IV, Poso del Oso en Gándara y la travesía Tonio-Cañuela, y como guinda del pastel, la Torca del Carlista.

Hemos de decir que pasamos varios días soñando con esta cavidad – no se puede hacer por menos, lo vivimos.

Nosotras somos de horario nocturno en la espele, así que tranquilamente nos levantamos sobre media mañana, arreglamos todo el material, comimos, y nos fuimos para la Torca. Aparcados, vestidos, montaña arriba en dirección a la boca. No tenemos nuestro track de la aproximación porque el club de Viana lo tiene muy bien explicado en su página web – ver aquí. La aproximación es muy corta. La boca cuesta encontrar si no tenemos GPS pues es pequeña y se enmascara entre el lapiaz, solamente se ven dos químicos; la boca está unos 40m a NO de la cumbre del Carlista.

Ferri instala la cavidad; no hay duda de eso, es su proyecto. Son las 19h, o dicho de otra manera las 7 de la tarde. Como dijimos, somos el turno de la noche.

La Torca del Carlista empieza con un pozo estilo tobogán muy bonito, un -30, seguido de un pequeño pasamanos, y dos casi -20m que nos colocan en la cabecera volada de la gran vertical. Ferri monta cabecera y baja desplegando su mítica Petzl Push naranja de 100 m (esto no es publicidad, es solo para decir que cuerda hemos usado en este pozo).

1 minuto y 30 segundos de bajada y Ferri toca suelo.

Yo bajo hasta la cabecera donde ya estaba Susana y ella se prepara para bajar, después sigo yo. «Uau», «wow», «uouo», «madre mia», «mecagüen», y mil exclamaciones más y estamos los 3 abajo!

Es como aterrizar en la Luna. La cavidad es tan grande que uno pierde la sensación de estar en un espacio cerrado. Con los frontales intentamos iluminar el techo, hay que dar potencia máxima y apenas se ve. A los pies de la vertical, sobre un bloque, una pequeña figura de una santa se mantiene inerte.

Bebemos água y cogemos un pequeño petate con lo esencial. Decidimos llevar el arnés con el material de progreción porque la topo marcaba algunos resaltes de cuerda, pero hasta -300m (nuestra cota máxima) todos los resaltes se deben pasar por cuerdas anudadas, o sea que no hace falta nada de material. Cuando escribo me gusta tirar de memória y no me gusta andar mirando todos los detalles, así que no me acuerdo si hay más resaltes o no a partir de -300:-P pero quedamos que no hace falta llevar arnés para explorar la cavidad.

Mucha sed nos dio el Carlista, mucho más que cualquiera de las otras cavidades que hicimos estos días. Habíamos llevado 1L cada uno como siempre pero esta vez andamos con mucha sed.

Hay 1000 hitos dentro de la cavidad. No se si se explicar pero se tira dirección SO bajando y siguiendo los hitos. Para subir fue más fácil, seguimos la memoria, los reflectantes y las cintas que ponían «no pasar», jajaja. La parte superior de la cavidad es un caos gigante de bloques, claramente los que han caído del techo y que hicieron la sala tan grande. En las partes bajas hay más barro y formaciones, hay banderas con sonidos muy curiosos.

Un pequeño truco que puede ayudar mucho a la hora de encontrar la cuerda :-P: nosotras dejamos colgado de la cuerda un chaleco reflectante del coche.

Como os dijimos, decidimos quedarnos a -300m. Ya era tarde. No me acuerdo que horas eran, quizás la media noche. No fuimos lentos, al revés, hicimos toda la cavidad de forma bastante ágil, fuimos solamente 3 además, pero al final es una cavidad que requiere su tiempo, si no por la parte técnica, por la parte de vislumbrarla. Total, tomamos una sopa e iniciamos la ascensión.

Visitar toda la cavidad en una única visita puede llevar muchas muchas horas.

No tardamos en encontrar la cuerda y empezamos a subir por el mismo orden que bajamos. Tardamos entre 10 a 15 minutos cada uno en subir la gran vertical (tiempo efectivo de remontada), son 85 m de volado, muchos blogs dan 40 minutos por persona. Creo que hicimos un buen tiempo. Subimos sin petate y remontamos los petates después desde la cabecera.

Sin ningún problema para desinstalar, y como dijimos a las 2 o 3 de la mañana estábamos fuera.

Os dejamos algunas fotos :-)